EM #012: Haz esto todos los días
Esta simple práctica diaria te convertirá en tu mejor versión.
¿Qué tan bueno eres?
Solemos darle más importancia a esos días en los que completamos todas nuestras tareas, en los que somos muy productivos y todo parece fluir con facilidad, sin embargo, hay una dura verdad que tenemos que reconocer y mantener siempre en nuestra mente:
Somos solo tan buenos como somos en nuestros peores días.
Y esto es cierto porque, siendo honestos, nuestros días “malos” o “regulares” son más números que nuestros días brillantes, y eso es completamente normal, hacer el trabajo es difícil, sentarse a estudiar es difícil, sobre todo teniendo en nuestras manos muchas fuentes de entretenimiento que están tratando de captar nuestra atención cada segundo del dia. Sin ninguna duda, ser nuestra mejor versión es una tarea increíblemente difícil, pero, como ya hemos hablado varias veces en el pasado, las cosas difíciles son muchas veces las más beneficiosas, son las que dejan una mayor satisfacción y mejores frutos a la larga, un estudiante de élite siempre busca hacer lo que es difícil.
Entonces, siendo conscientes de que somos solo tan buenos como somos en nuestros peores días, surge la necesidad de hacer algo al respecto, y esa es la intención de la edición de hoy, que te conviertas en el analista más eficien de cada uno de tus días, al menos durante un tiempo.
Presta mucha atención a esos días que fueron un desastre, en los que no hiciste nada de lo planeado, en los que la distracción te gano la batalla y estuviste todo el día viendo las redes sociales. Analiza esos días, busca los patrones ¿Qué fue lo que hizo que no completaras tus tareas? ¿Fue la falta de organización? ¿Fue el agotamiento? ¿Qué pasó exactamente?
Busca que tienen en común estos días, en que se parecen, identifica los desencadenantes que te llevaron a evitar el trabajo, que te distrajeron o que te apartaron del plan que querías cumplir.
Conociendo esos patrones y detonantes podrás tomar mejores decisiones en la siguiente oportunidad: podrás anticiparte y eliminar esos detonantes. Por ejemplo: si al comenzar cada día lo primero que haces es tomar tu telefono y abrir una red social, y lo siguiente que sabes que es que han pasado 2 horas y no has comenzado ninguna de tus tareas, quizás una buena forma de terminar con este patrón sea implementar una regla de no tocar tu teléfono hasta dos horas después de despertar.
O tal vez el problema sea que cada vez que te sientas en tu lugar de estudio terminas distrayéndote o procrastinando porque no tienes un plan de estudio definido, y no sabes por dónde empezar o que vas a estudiar en esa sesión, en este caso la solución puede ser el tener un plan de estudio detallado por semana y que al sentarte ya sepas exactamente lo que harás, de que forma y por cuánto tiempo (algo en lo que te puede ayudar perfectamente nuestra plantilla de Notion para estudiantes).
En fin, puedes aprender de tus días exitosos, pero lo que te hará verdaderamente brillante será aprender de tus peores días, somete tus días malos a una revisión detallada, no para criticarte o sentirte mal por tus errores sino para poder reconocerlos, aceptarlos y hacer algo al respecto, cambiar para mejor en los aspectos que sea necesario.
Espero que lo pongas en práctica,
Me despido hasta la semana que viene.
Eres lo que haces, no lo que dices que vas a hacer.
— Carl Jung